viernes, 29 de noviembre de 2019

¡ Ven a visitar Tokio ! 「El noreste y centro de Tokio」


              Tokio, la capital de Japón, ofrece muchos lugares turísticos para poder disfrutar de esta moderna ciudad donde también se mezcla con lugares tradicionales, motivo por el cual lo hace un lugar muy interesante.


Para visitar está enorme ciudad vamos a necesitar de varios días ya que nos ofrece muchos lugares a lo que nos llamará la atención conocer, lo mejor que se podría hacer es dividir la ciudad por áreas. En está oportunidad le mostraremos la parte noreste y centro de Tokio: Asakusa, Sumida y alrededores del Palacio Imperial.


              Para recorrer esta ciudad lo más recomendable es comprarse los pases de un día que se puede adquirir en las estaciones de trenes, hay de diversos tipos asi que podrá elegir el que más le convenga según el recorrido que tienen planeado realizar. Con estos pases se ahorraran dinero ya que pueden subir y bajar de los trenes con sólo pasar su tarjeta por el ingreso a las plataformas y asi mismo aprovecharan más su tiempo ya que no habrá necesidad de estar haciendo su fila o mirando los precios mientras compra su ticket de tren.


              Para poder aprovechar el día decidí comprar el pase de tren de 900 yenes que me incluía todos los metros de la ciudad de Tokio, para esta travesía tenía que realizar las conexiones únicamente buscando las estaciones de los metros sin tomar en cuenta los trenes de la línea JR que también pasan, cruzan o rodean la ciudad. Lo único que deben tener en cuenta es que al utilizar los metros muchas veces deben caminar unos cuantos metros para cambiar de línea de tren. Sin embargo, si deciden usar el pase incluído las líneas de JR dentro de los 23 distritos, ómnibus, entre otros transportes, con un costo de 1,600 yenes, las conexiones serán más simples ya que no hay que trasladarse de una línea a otra sino de una plataforma a otra.



              Para comenzar esta visita a Tokio y sacarle provecho a nuestro pase de tren, primero me dirigí a la estación de Asakusa por el metro del mismo nombre. Uno de los lugares famosos de este lugar es sin duda la “Puerta Kaminarimon” que es la entrada al “Templo Sensoji”, y que se ha convertido en el símbolo de esta ciudad. Cruzando la puerta y antes de llegar al templo recorreremos una calle de 250 metros y más de 90 puestos de ventan de artículos de recuerdos japoneses, dulces, entre otros conocido “Nakamise”. 

Generalmente este lugar se encuentra repleto de turistas que hará que la llegada al templo tome más tiempo de lo normal. Después de caminar y ver los souveniers, ingresamos al Templo Sensoji donde observamos la pagoda de 5 pisos y el salón principal Hondo, adicional a santuarios, campanas, puertas, templos, estatuas y un bello jardín. En la parte de atrás del templo podremos recorrer la ciudad tradicional y antigua de Tokio conocida como Dempoin-dori, una calle con puestos, tiendas y restaurantes con una forma conservadora del periodo Edo de esta ciudad, que les llamará la atención. 



Si tienen un tiempo pueden recorrer Asakusa alquilando los servicios de los famosos “rickshaw” que son unas carretas tiradas por hombres que los llevarán a conocer los lugares más famosos de la zona. Su visita será de acuerdo al tiempo que desean recorrer la ciudad y de eso dependerá el costo de los mismos.




              Terminando de ver este templo y sus alrededores, al regresar observé una gran torre y al lado una escultura de color amarilla. Esa torre era el “Sky Tree” y al lado la “Llama de la Antorcha” de la conocida compañía de cerveza “Asahi”. Un panorama muy hermoso combinado con el Rio Sumida. Y caminando por el Rio Sumida, ví unos botes que recorren una parte de la ciudad de Tokio desede donde podremos observar varios barrios de esta ciudad dependiendo de la línea que elija. Decidí subir a uno de sus líneas de ida y vuelta para retornar nuevamente al barrio de Asakusa. Recorrí la zona de Asakusa, Muelle Hinode, antes de llegar se puede ver la Torre de Tokio, el Parque Odaiba, donde hay una pequeña réplica de la Estatua de La Libertada para nuevamente regresar a Asakusa.



              Al salir de la estación de Asakusa me dirigí a Oshiage tomando la misma línea Toei  Asakusa, de allí caminé unos cuantos metros y me encontré con el Tokyo Sky Tree, que es la torre de radio más alta de Japón. Tiene unos 634 metros de altura y desde donde podemos observar la ciudad de Tokio. El primer mirador conocida como Dembo está a 350 metros de altura y el segundo “Galería Tembe” a 450 metros de altura y el más alto de Tokio. Desde allí tenemos un excelente panorama de la ciudad, pero tenemos que tener la suerte de que el día este despejado. Adicional a este símbolo, también podemos visitar el acuario, planetario, centro comercial entre otras instalaciones. Un lugar muy popular entre los turistas por la variedad de actividades y tiendas que ofrece el lugar.



              Después de mirar la ciudad desde lo alto del Sky Tree, bajé para dirigirme a la estación y tomar el metro que me llevaría a la estación de Otemachi, tomé la línea de Toei Asakusa hasta Nihombashi y cambie a la línea Tozai. Llegando caminé hasta la salida del Palacio Imperial, por las conexiones subterráneas del metro me tomó unos 15 minutos aproximadamente a pie, finalmente encontré la salida y al subir veo ante mis ojos el famoso palacio y todo el esplendor de la modernidad de Tokio.




El Palacio Imperial se encuentra ubicado donde una vez fue el antiguo castillo de Edo y utilizado por el shogun Tokugawa durante el periodo del mismo nombre. Después que terminó el shogunato, se construyó el palacio y se estableció la residencia imperial en Tokio.
Al llegar justo salí por los zona de visitas del palacio, asi que aproveché para entrar y conocer los Jardines Orientales del Palacio Imperial que siempre está abierto al público, a excepción de los lunes, viernes y ocasiones especiales. En este lugar se encontraba, según la historia, los antiguos círculos de defensa del castillo de Edo y que actualmente es un jardín de estilo japonés. Una vez que recorrí el lugar, salí y comencé a caminar por el exterior, me encontré con muchas personas haciendo jogging mientras admiraba el palacio, un símbolo antiguo del Japón y al frente toda la modernidad representada en sus altos y lujosos edificios. Llegué a uno de los lugares más famosos del lugar: los puentes Nijubashi, que son dos puentes que forman la entrada a los terrenos del interior de este palacio. Adicionalmente si deseas visitar el interior, hay tours guiados a las 09:30am y a la 13:00pm. La capacidad es de 300 personas por día y no suele haber muchas personas, pero si por seguridad si deseas puedes registrarte con anticipación ese día según las condiciones escritas en las afueras del palacio,


              Luego de esta visita, tomé el tren de la línea Tozai para conectar en Nihombashi nuevamente y tomar la línea Toei Asakusa hasta la estación de Higashi Ginza donde visitaría el famoso “Teatro de Kabukiza” que siempre tuve interés en este arte. Al llegar al lugar me encontré con una plaza llena de tiendas con artículos de kabuki y restaurantes conocido como “Kobikicho Hiroba”.



              Después de dar un pequeño recorrido por las tiendas, me dirigí al teatro Kabukiza, localizado en el distrito de Ginza, siempre me gustó ese tipo de arte japonés motivo por el cual quise ir a visitar este lugar que, junto al “no” y al “bunraku” son tres de los teatros clásicos de Japón y considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este teatro se incendió dos veces y se reconstruyó, luego se destruyó debido a los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, hubo varias reconstrucciones y en el año 2013 reabre sus puertas al público para brindar las espectaculares demostraciones del arte del kabuki. Si tienes tiempo puedes entrar y disfrutar de una de sus obras que se presenta en cada temporada.


              Después de recorrer varios lugares y ya comenzando a oscurecer más temprano que en las estaciones de primavera y verano, y haciendo un poco de frío, tomé el tren de la línea Hibiya para bajarme en la estación de Kamiyacho, Quería observar la Torre de Tokio pero iluminada. Fue asi que mientras caminaba de frente según las indicaciones no veía la famosa torre de comunicación, sin embargo, un letrero me indicó voltear a la izquierda, es allí cuando mis ojos se llenan con el esplendor de las luces, y la torre a unos cuantos metros de distancia, que por su altura nos hace alzar nuestra mirada hacía el cielo para disfrutar de abajo hacía arriba la figura de este símbolo de Tokio.


              Esta Torre de Tokio se diseñó tomando como base a la conocida Torre Eiffel de Paris, se caracteriza por sus colores rojo y blanco y tiene una altura de 333m. Tiene un observatorio principal ubicado a 150 metros de altura desde donde se puede admirar la ciudad en un día despejado. Pagando un extra se puede subir al observatorio especial que está a 250 metros de altura y desde donde disfrutar de la ciudad con una vista de 360 grados. Hablando de la torre iluminada, hay dos tipos de iluminación: Landmark Light y la Diamond Veil.


              La Landmark Light es la que se ve normalmente con un color anaranjado ahora en invierno y blanquecino en verano. Para los viernes y sábados de 20:00 a 22:00 incluído algunas fiestas nacionales, la iluminación es al estilo Diamond Veil donde muestra hasta 7 colores diferentes y se va modificando según la temporada o el evento. Ahora que se acercan las fiestas de fin de año, se realizaran diversos eventos e iluminaciones especiales, y este año se pondrá énfasis al tema de la nueva era “Reiwa”, asi mismo podrá disfrutar también del ambiente navideño que más que religioso tiene un sentido de romanticismo para los japoneses y que invita a visitar la torre en pareja.



              Si tiene tiempo y fuerzas para seguir recorriendo Tokio, ahora que se acerca el fin de año podrá disfrutar de muchos otros lugares donde la iluminación da paso para alumbrar la ciudad de una forma maravillosa y puede seguir utilizando su pase de un día del metro de Tokio. Entre los principales lugares esta: la Iluminación de Marunouchi, el Shibuya Ao no Dokutsu, las luces de Navidad de Shinjuku, la Caretta de Shiodome, las luces navideñas del Tokyo Dome City y en el centro de la ciudad de Tokio. Asi mismo la Torre Sky Tree y los templos como el de Meiji y Asakusa también se iluminan en estas temporadas.

              Recorrer Tokio es admirar lo moderno y tradicional que nos puede ofrecer está interesante ciudad. ¡Venga y Disfrute de Tokio!

Si desea acompañamiento en español para visitar la zona de Tokio y alrededores, asi como otras ciudades en el Japón, comunicarse con Rosa María Sakuda a través del FacebookKSP Japón y Cultura.





sábado, 23 de noviembre de 2019

Nikko 「日光」 y su zona histórica


Una ciudad en el interior de Japón, ubicado a unas dos horas de tren desde Tokio, y donde podemos respirar un aire de naturaleza e historia. Nada comparado con la modernidad de la metrópoli japonesa. Si bien es cierto, es una ciudad bastante ocupada durante las horas puntas de la mañana y la tarde, No vemos los grandes y lujosos edificios sino las casas o negocios de 2 a 3 pisos con una infraestructura antigua y al lado la cadena de montaña que en esta época de otoño podemos admirar el color rojo de las hojas de los árboles. Es la temporada para disfrutar de los famosos “kojo” o “Momiji” . Un hermoso paisaje que no podemos desaprovechar si vienes a Japón en esta temporada.



Nikko, que en español significa “Luz del Sol”, tiene su origen por los años 766 con la construcción del primer templo Rinnoji. Luego se fueron construyendo varios templos budistas y sintoístas.  En 1616, el shogun Tokugawa Leyasu lo escogió como mausoleo. Su nieto, Tokugawa Iemitsu construyó después el famoso templo de Toshogu.




Viajé hasta Asakusa para tomar el tren de la línea Tobu, en uno de los trenes rápidos, que llevan directamente hasta la estación de Nikkō.  Desde que salí de Asakusa hasta llegar a Tochigi, todo era ciudad. Al cruzar las prefecturas inmediatamente vi un cambio radical donde solo se veía montañas, ríos y chacras con alguna que otra casa y me quedé maravillada con el color de las hojas de otoño, con paisaje realmente lindo.



Llegué a la estación de Nikkō e inmediatamente me dirigí al paradero de bus para utilizar el pase de un día para la zona histórica. Con mostrar este pase me daba el derecha de subir y bajar del ómnibus las veces necesarias sin pagar adicional.  Sin embargo, si deseas también puedes caminar hasta este centro histórico, si tienes tiempo y quieres disfrutar del ambiente natural. Tomará el doble de tiempo que ir en ómnibus pero si vas en grupo es posible que sea más divertido.



Me acerqué al Parque Nacional de Nikkō donde están todos los famosos templos, no sin antes parar unos minutos por el famoso puente rojo que me llamó la atención al pasar por allí. Era el famoso Puente Shinkyo donde incluso puedes colgar los omikuji colocándoles un nudo en los conocidos estantes de madera.


Luego, de admirar el puente, debajo el río Daiya y al lado las montañas enrojecidas, crúcen la pista para ir ingresar al Parque Nacional de Nikko. Subí unas cuantas escaleras y mientras caminaba por una ruta de árboles rojos, llegué al Templo de Rinnoji perteneciente a la secta budista Tendai.



Cruzamos la puerta y a la salida ví un camino repleto de gente que se dirigían al famoso y gran templo “Toshogu”. Este templo representa el lugar más significativo de Nikko y el más visitado del parque. Se construyó entre los años 1634 y 1636, con la finalidad de que el espíritu de su abuelo Tokugawa Leyasu descansará en paz.


Había leído, escuchado y visto tanto sobre este santuario que al llegar encontré la famosa pagoda de 5 pisos, al lado, el ingreso al “Toshogu”. En la puerta principal habían dos dioses Nio en ambos lados. Al entrar vi los distintos templos y al lado izquierdo la figura esculpida en madera de los tres conocidos monos sabios ¡ No escucha, No habla, No oyen ¡ en sus diferentes movimientos. Me quedé un rato admirando la arquitectura del lugar pero aún no llegaba a la parte más interesante de la zona. Caminé unos metros y me encontré con una puerta o “Torii” de piedra, al fondo ya se comenzaba a divisar el esplendor del templo. Subí unas escalares y pasé por la puerta Yomeimon, mágnifico diseño.



              Este santuario es impresionante y con colores brillantes. Al fondo estaba la puerta Karamon, cerrada, pero al lado encontraremos el ingreso a los salones donde habrá que sacarse los zapatos para ingresar. Allí se realizan algunas sesiones de relajación. En el mismo santuario, esta la puerta Sakashitamon para el ingreso al mausoleo de Tokugawa Leyasu. Después de admirar cada parte del santuario, decidí continuar mi camino para conocer los templos de Futarasan y Nikkosan Rinnoji Taiyuin.


              Finalmente y ya siendo casí las 5 de la tarde, hora de cierre del santuario y ya comenzando a oscurecer. Tomé el bus que me llevó hasta la estación para abordar el tren que me llevaría de regreso a Asakusa.

Acceso desde Tokio:
-          Si tienes el Japan Rail Pass, le aconsejamos desde la estación de Tokio o Ueno con el Shinkansen Tohoku hasta Utsunomiya, desde allí tomamos el JR Nikko hasta la estación de Nikko. La duración es de 95 minutos aprox.
-          Desde la estación de Asakusa con la Línea Tobu directo hasta la estación de Nikko Tobu y el viaje dura aprox. 110 minutos. Con la segunda opción puede adquirir el boleto de tren junto con los pases para los buses que los llevará por la zona histórica de Nikko o el pase para todas las zonas con un descuento especial.